La victoria le abrió la puerta al "Canelo"

Los aficionados al boxeo, en nuestro país, esperaban con ansia la pelea de los púgiles que se prepararon arduamente para demostrar de qué estaban hechos.

Todo apuntaba a que sería una gran pelea. En Las Vegas, el público estaba dividido, era complicado determinar al que posiblemente ganara el combate, por lo que se esperaba un gran espectáculo.

El momento llegó, tanto Saúl, como Julio César Jr., se encontraban en el cuadrilatero para darlo todo, las luces y las miradas estaban puestas en los protagonistas de la noche quienes, durante 12 rounds medirían fuerzas para irse a casa con la victoria.

Desde el primer asalto se pudo ver al 'Canelo' encima del Junior, quien trataba de mantener distancia, sin embargo de nada sirvió, pues el púgil jalisciense se volvió el verdugo del hijo de la leyenda del boxeo. Sin duda alguna, la noche estaba más que puesta para Álvarez.

Conforme avanzaba la pelea, se pudo ver a un 'Canelo' seguro, sólido, firme, pues no implementó mayor esfuerzo ante su rival, dejando en claro quien era amo y señor sobre el ring, teniendo la oportunidad de mandarlo a la lona en cualquier momento, pero no fue así, hubo lapsos en los que bajó la guardia.

Por otra parte, Chavez no encontraba la forma de dominar al jalisciense, no hallaba salida a los ataques que iban y venían por parte de su enemigo sobre el encordado, fue dominado de inicio a fin por el entrenado por Eddy Ramírez.

Al final la victoria se la llevó el 'Canelo' por decisión unánime, dejando las tarjetas 120 a 108 a su favor, dándose, por demás, el lujo de perdonar el nocaut. Otra de las noticias relevantes, es que ya hay pelea para el 16 de septiembre, el próximo rival de Álvarez será Gennady Golovkin, por su parte, el hijo de la leyenda tendrá que sobreponerse a la derrota y como ya es costumbre, será presa de fuertes criticas por la categoría que su padre forjó.

Así fue como la noche del 6 de mayo fue para Saúl "Canelo" Álvarez, porque así se lo propuso, porque tuvo la fuerza para derrotar a su rival y porque se entregó en cuerpo y alma al deporte que más que su forma de vida, es su más grande pasión.