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Ken Salazar regresa a Palacio Nacional y evita críticas a la reforma judicial

El embajador de Estados Unidos en México participó en el “US-Mexico CEO Dialogue” encabezado por Claudia Sheinbaum y se centró en la cooperación económica entre ambos países

 

El embajador de Estados Unidos en México participó en el "US-Mexico CEO Dialogue" enfocado en la integración económica de América del Norte. Evitó comentarios sobre la reforma judicial que previamente tensó las relaciones.

Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, regresó a Palacio Nacional después de que la relación bilateral se enfriara por las críticas que hizo a la reforma judicial del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Su visita tuvo lugar en el marco del "US-Mexico CEO Dialogue", un encuentro entre líderes empresariales de ambos países encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum.

A su llegada, el diplomático fue cuestionado sobre si la relación entre ambos países había mejorado tras las tensiones y si su postura sobre la reforma judicial había cambiado. Salazar evitó responder directamente, señalando que el tema principal de su visita era la integración económica de América del Norte y los avances en ese ámbito.

“Yo he venido a Palacio Nacional muchas veces, es un lugar muy espiritual, es parte del orgullo de México, siempre es un orgullo venir acá”, comentó el embajador, sin entrar en detalles sobre los temas políticos que habían tensado la relación.

Salazar también destacó la importancia del equipo de trabajo de la presidenta Sheinbaum, señalando que “tiene un equipo muy fuerte y muy bueno”, y mencionó de manera particular a Juan Ramón de la Fuente, actual secretario de Relaciones Exteriores, y a Marcelo Ebrard, quien ahora ocupa el cargo de secretario de Economía.

El "US-Mexico CEO Dialogue" es un foro que busca fortalecer la cooperación económica entre ambos países a través de la colaboración entre líderes empresariales y funcionarios de alto nivel. En esta edición, la discusión giró en torno a la integración de las economías de México y Estados Unidos, como parte de un esfuerzo para consolidar la competitividad de la región de América del Norte frente a otros bloques económicos globales.

Aunque Salazar evitó hablar de la reforma judicial, las tensiones surgidas durante el gobierno de López Obrador aún resuenan en la relación entre ambos países. En su momento, las críticas del embajador estadounidense hacia los cambios propuestos en el Poder Judicial mexicano llevaron al entonces presidente a declarar una pausa en las relaciones con Estados Unidos en ciertos aspectos. Este enfriamiento provocó que Salazar se mantuviera al margen de ciertos eventos oficiales en Palacio Nacional.

Durante el evento, se hizo hincapié en la necesidad de una mayor colaboración en sectores clave como la tecnología, la energía y el comercio, con el fin de potenciar la región frente a los desafíos globales. Aunque Salazar reiteró la importancia de estos temas, dejó entrever que las conversaciones sobre asuntos políticos, como la reforma judicial, se abordarán en otro momento.

El embajador estadounidense subrayó que la integración de América del Norte es fundamental para el crecimiento y estabilidad de ambas naciones, especialmente en un contexto global cada vez más competitivo. “Hoy el tema es la integración económica, lo político vendrá después,” comentó, dejando claro que su enfoque actual está en los esfuerzos por consolidar una región más unida económicamente.

La visita de Salazar a Palacio Nacional se enmarca en un momento de transición política en México, con la llegada de Sheinbaum a la presidencia, y refleja un interés renovado en reforzar la relación bilateral, pese a los desacuerdos del pasado. Las acciones concretas en materia económica, según lo expresado por el embajador, serán cruciales para mantener el diálogo abierto y productivo entre ambos países.

 

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