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Sheinbaum presenta régimen fiscal para Pemex con el Derecho Petrolero para Bienestar

El nuevo gravamen, de 30% para petróleo y 11.63% para gas, busca fortalecer la soberanía energética; Plan de Austeridad reducirá costos con la eliminación de filiales

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció un nuevo régimen fiscal para Petróleos Mexicanos (Pemex) denominado Derecho Petrolero para Bienestar, el cual unificará los impuestos sobre la producción de hidrocarburos en una sola tasa, establecida en 30 por ciento para petróleo y 11.63 por ciento para gas. Este ajuste forma parte de la Estrategia Nacional del Sector Hidrocarburos y Gas Natural, que tiene como objetivo mejorar la rentabilidad y operatividad de Pemex, así como su contribución al presupuesto nacional.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum detalló que el nuevo régimen reemplazará los impuestos vigentes —derecho de exploración, de extracción de hidrocarburos y de utilidad compartida— con un único gravamen. Este impuesto, que simplificará la carga fiscal de Pemex, será pagado directamente a la Secretaría de Hacienda y se destinará al financiamiento de programas sociales.

Ahora Pemex va a pagar un solo derecho, muy transparente, asociado principalmente a su producción. Este derecho, llamado Derecho Petrolero para Bienestar, permitirá capitalizar a Pemex y que los ingresos sean utilizados para sus propias funciones y, al mismo tiempo, contribuir al bienestar de las y los mexicanos”, explicó la presidenta.

Además, Sheinbaum dio a conocer un Plan de Austeridad que busca un ahorro de 50 mil millones de pesos mediante la eliminación de filiales y subsidiarias de Pemex. Con esta medida, se reducirán los costos operativos y se centralizarán las finanzas de la empresa, lo que facilitará una gestión más eficiente y controlada de sus recursos. Este plan de reducción de gastos será integrado a las reformas secundarias de la legislación en materia energética, que serán enviadas al Congreso en febrero del próximo año.

En este contexto, el director general de Pemex, Víctor Rodríguez, precisó que la petrolera integrará sus más de 40 filiales y subsidiarias en una sola entidad, con la meta de incrementar la eficiencia y la productividad de sus operaciones. “Aplicamos un plan de austeridad republicana y la integración en una sola empresa; nuestra meta es reducir los egresos en 50 mil millones de pesos mediante la eliminación de costos redundantes”, afirmó Rodríguez.

El nuevo régimen fiscal, que incluye la reforma constitucional aprobada en octubre, establece a Pemex como “empresa pública”, una transformación que, de acuerdo con el Gobierno, reforzará su papel en la economía nacional. La secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, explicó que esta medida responde a la intención de devolver la soberanía energética a México, un proceso necesario tras los resultados adversos derivados de las políticas de privatización y la caída en la producción durante las últimas administraciones.

El subsecretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, destacó que la implementación del Derecho Petrolero para Bienestar es una medida “neutral” para las finanzas públicas, ya que no comprometerá la recaudación fiscal. Este gravamen sustituye la estructura actual de tres impuestos distintos y, al basarse únicamente en la producción, permite una administración más sencilla y transparente. Según Amador, el gravamen se aplicará de inmediato, lo que garantizará que Pemex disponga de más recursos para su operación y, al mismo tiempo, contribuya al erario público.

Entre las metas del nuevo régimen para Pemex figuran la restitución de reservas de petróleo, el incremento de la producción de hidrocarburos y el aumento en la capacidad de refinación de gasolina, diésel y turbosina para satisfacer la demanda interna. El director de Pemex proyectó que, para el año 2030, la producción de gas se elevará hasta 5 mil millones de pies cúbicos diarios, frente a los 4 mil 163 millones actuales. En cuanto a la producción de gasolina, se espera un aumento del 34 por ciento, equivalente a 343 mil barriles diarios adicionales.

Este cambio de rumbo en Pemex se produce en un contexto de elevada deuda y déficit operativo. La petrolera enfrenta vencimientos de deuda de alrededor de 9 mil millones de dólares en 2025 y de hasta 13 mil millones en 2026. Sheinbaum atribuyó el endeudamiento de Pemex a las gestiones de los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, quienes, según la presidenta, impulsaron la privatización del sector en un intento por reducir el déficit, aunque el endeudamiento se incrementó en un 129.5 por ciento en ese periodo.

El Plan de Austeridad también contempla la eliminación de contratos de asociación público-privada, que, según la mandataria, han sido costosos para el país. En su lugar, se fomentarán proyectos mixtos para la inversión en el sector, y se buscará fortalecer la política de almacenamiento de hidrocarburos. Además, se implementará una política de precios para que los costos de los combustibles no superen la inflación durante el sexenio, según indicaron fuentes oficiales.

Finalmente, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, confirmó que este cambio permitirá reducir el déficit fiscal mediante un ajuste en el gasto público, así como con medidas de austeridad en las operaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex. El titular de Hacienda aseguró que este ajuste se presenta en el Paquete Económico que se enviará al Congreso y que prevé el fortalecimiento de Pemex bajo un marco fiscal más eficiente y competitivo.

La presidenta aseguró que las nuevas medidas permitirán a Pemex mejorar su balance financiero y destinar los recursos a proyectos estratégicos, con lo que el Gobierno espera consolidar la autosuficiencia energética y contribuir al desarrollo económico del país.

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