Pide Alejandra Cuevas a AMLO protección ante cualquier eventualidad futura

  • - Redacción

La mujer absuelta por la SCJN de la muerte del hermano del fiscal Gertz Manero dejó la cárcel; pedirá audiencia con el presidente

Tras dejar el penal de Santa Martha Acatitla, en donde estuvo por más de un año, Alejandra Cuevas, hija de la concubina de Federico Gertz Manero, indicó que pedirá audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Desde ahora quiero comunicar mi interés de ser recibida por el Jefe del Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para respetuosamente pedirle que nos protega de cualquier eventualidad futura, a mi madre y a mis hijos, y a mí; le pediré la cita lo antes posible”.

Este lunes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó la inmediata y absoluta libertad de Cuevas Morán tras casi un año de reclusión en Santa Martha Acatitla, a la par de dejar sin efecto la orden de aprehensión en contra de su madre, Laura Morán.

Contra ambas mujeres el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero interpuso un proceso por presunto homicidio por omisión de cuidados de su hermano, Federico.

Luego de analizar su caso por el que se le acusó de presuntamente provocar la muerte de Federico Gertz Manero, hermano del fiscal Alejandro Gertz Manero, el pleno de la Suprema Corte ordenó su inmediata liberación.

Alrededor de las 16:00 horas, Cuevas salió del penal femenil de Santa Martha Acatitla, acompañada por Roberto Durán, en las escalinatas del reclusorio, le informó los protocolos después de su liberación y resaltó: “queda usted en libertad”.

Cuevas agradeció al Poder Judicial de la Federación y a cada uno de los ministros de la Corte.

“Desde ahora deseo comunicar que quiero ser recibida por el jefe de Estado Mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para pedirle que nos proteja de cualquier eventualidad futura a mi madre, a mis hijos y a mí”, resaltó al salir de prisión.

Laura Morán fue acusada por Alejandro Gertz Manero de provocar la muerte de su hermano Federico al descuidarlo y negarse a llevarlo al hospital para mantenerlo vivo, en 2015, cuando Federico tenía 82 años y Laura 88.

 

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