Reviven Los Demonios del Edén

 

A finales de la semana pasada unos 30 agentes de la Procuraduría General de la República ingresaron a una guardería localizada en la Unidad Habitacional La Margarita en la capital de Puebla.

 

Llegaron con una orden de cateo obsequiada por un juez en el caso que anima Lydia Cacho Ribeiro, la autora del Libro Los Demonios del Edén, que propició el escándalo del sexenio del último priísta que gobernó Puebla, Mario Marín Torres a quien desde entonces se la conoció con el sobrenombre del ‘góber precioso’.

 

La PGR buscaba a una de las agentes de la entonces Procuraduría General de Justicia que en 2005, estuvo involucrada en la detención de la escritora en Cancún, en el contexto de una serie de conversaciones entre el ’góber precioso’ y el empresario involucrado en la trama criminal, para aprehenderla y traerla a tribunales en Puebla por un supuesto delito de difamación y daño moral.

 

Desde que el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas determinó que la autora del libro fue criminalizada por ejercer su derecho a la libertad de expresión, la crisis para este grupo pareció cobrar una dimensión aún mayor.

 

Los demonios del edén narra la existencia de una red de pederastas que involucró al empresario Kamel Nacif Borge y Jean Succar Kuri; también Miguel Ángel Yunes Linares, el ex gobernador de Veracruz; y el priísta Emilio Gamboa Patrón.

 

De todos los personajes involucrados, sólo Succar Kuri fue condenado a 112 años de prisión. En el libro de Cacho Ribeiro se narraban muestras incontrovertibles de su participación en delitos de pornografía infantil, perversión de menores y pedofilia.

 

Un juzgado en Benito Juárez (Cancún), Quintana Roo conoce de la causa. Detrás de ello está el empeño de la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero quien como ministra de la Suprema Corte de Justicia hace 14 años votó por la exoneración de Marín Torres.

 

La semana pasada Cacho Ribeiro intentó entrevistarse con los integrantes de Poder Judicial de esa entidad para presionar la actuación de la justicia en contra de los involucrados, dijeron medios de prensa locales.

 

Cuando el viernes pasado Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de SEGOB decía en el viejo Palacio de Cobián a Lydia Cacho ’ofrezco una disculpa pública por la detención arbitraria a la que fue sometida por diversas autoridades del Estado Mexicano, derivada de la acusación de delitos de difamación y calumnia’, se realizaba el operativo en La Margarita... y nadie ha sido detenido, hasta ahora.

 

Fernando Maldonado

Reportero, Autor de la columna parabólica. Periodismo en red.

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