Parabólica

Gali se deslinda del pasado 

 

 

Pasada la media noche, Rubén Sarabia ‘Simitrio’ abandonó las instalaciones hospitalarias en donde se encontraba recluido para luego regresar a casa, con los suyos, después de haber permanecido recluido en el penal de San Miguel por mas de 27 meses, luego de la aprehensión ejecutada en diciembre de 2014. 

 

El dirigente histórico de la organización Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre ha enfrentado la ira de al menos cinco gobernadores en Puebla, como los mandatarios de línea dura Mariano Piña Olaya y Manuel Bartlett; el más moderado Melquiades Morales o los más radicales de todos como el priista Mario Marín y el panista Rafael Moreno Valle. 

 

Desde su casa, el jefe de la dinastía Sarabia a quien se le considera diezmado de salud por un padecimiento renal y diabético, enfrentará el proceso que se le sigue por la fabricación de diversos delitos tan inverosímiles como el de narcotráfico o delincuencia organizada. 

 

Junto a otros perseguidos en el sexenio pasado y sin proponérselo, Simitrio se convirtió en el más emblemático preso político de la administración, notoriamente oprobiosa, de Rafael Moreno Valle. 

 

Conviene recordar que fue en diciembre de 2014 cuando el dirigente de la 28 de Octubre fue citado en la Secretaría de Gobernación municipal, entonces a cargo de Guillermo Aréchiga, en donde se desahogaría un conjunto de pendientes de una agenda propuesta por la organización. 

 

Allí fue detenido por un comando armado y luego llevado al penal de San Miguel para luego dar inicio a una cacería en contra de los integrantes de la combativa organización de vendedores ambulantes: cateos, golpizas, detenidos… y miedo. 

 

No fue sino hasta hace tres semanas que Rita Amador, integrante de la dirección de esa agrupación anticipó la salida del preso político por un acto humanitario, según le había transmitido un funcionario de la Secretaría General de Gobierno, en donde despacha un Diódoro Carrasco diferente al que se le conoció en el sexenio anterior. 

 

El gobernador Tony Gali acaba de dar el paso más audaz en su agenda personal para llegar al deslinde de una gestión gubernamental que buscó el exterminio de personalidades de la escena pública por el sólo hecho de pensar diferente al panista que ahora busca ser candidato presidencial. 

 

No puede ser el único en la búsqueda de la paz y la reconciliación de una sociedad dividida y agraviada tras el paso de Moreno Valle por Casa Puebla. El daño provocado a organizaciones, familias enteras, empresas o personalidades de diversa índole exige acciones legítimas para la búsqueda de un estado armónico y sin estridencias. 

 

La palabra la tiene el nuevo inquilino de la emblemática residencia del cerro de los fuertes de Loreto y Guadalupe. Ojalá no se distraiga con las voces del pasado que claman aún por nuevas víctimas de su conducta llena de ira.

Fernando Maldonado

Reportero, Autor de la columna parabólica. Periodismo en red.

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