Lamenta la Casa Blanca el fallecimiento de Henry Kissinger

  • - Redacción

Será recordado como el arquitecto de la diplomacia estadounidense y una figura clave en la política mundial del siglo XX

 

El mundo lamentó la pérdida de Henry Kissinger, el legendario diplomático estadounidense que dejó una huella indeleble en la política internacional. A los 100 años, Kissinger falleció en su hogar en Connecticut, siendo recordado como el arquitecto de la diplomacia estadounidense y una figura clave en la política mundial del siglo XX.

La Casa Blanca expresó su pesar, considerando la muerte de Kissinger como "una gran pérdida". El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, destacó su valentía en la Segunda Guerra Mundial y su dedicación al servicio público, independientemente de las opiniones divergentes.

Líderes europeos también rindieron homenaje. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, elogiaron la estrategia y excelencia diplomática de Kissinger, subrayando su impacto duradero en la política global.

Desde Rusia, el presidente Vladimir Putin elogió a Kissinger como un "hombre de Estado sabio y visionario". Destacó su papel en la distensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética, contribuyendo al reforzamiento de la seguridad mundial.

El presidente chino, Xi Jinping, expresó su "profundo pesar" y describió a Kissinger como un "estratega de talla mundial" y "viejo y buen amigo" del pueblo chino. Reconoció su contribución histórica a la normalización de las relaciones entre China y Estados Unidos.

El canciller alemán, Olaf Scholz, lamentó la pérdida de un "gran diplomático" comprometido con la amistad transatlántica. Scholz resaltó la significativa influencia de Kissinger en la política exterior estadounidense.

La trayectoria de Kissinger, desde su escape de la Alemania nazi hasta su destacada carrera en la política internacional, es un testimonio de resiliencia y dedicación. Su "realpolitik", basada en el pragmatismo, guió decisiones cruciales, desde la normalización de relaciones con China hasta su papel en la distensión durante la Guerra Fría.

El legado de Kissinger trasciende su tiempo en el gobierno. Después de su servicio como secretario de Estado, continuó enseñando, escribiendo y abogando por un mundo libre de armas nucleares. Su capacidad para mezclar seriedad con humor, evidenciada en su famosa declaración sobre la ausencia de crisis en su agenda, deja un recuerdo duradero.

Henry Kissinger deja un vacío en la arena internacional, pero su influencia perdura. Le sobreviven su esposa, la filántropa Nancy Maginnes Kissinger, sus hijos Elizabeth y David, y cinco nietos. Con su fallecimiento, el mundo despide a un estratega diplomático cuyo impacto resonará en la historia mundial durante décadas.

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