La Casa Blanca planea sustituir a Tillerson por el jefe de la CIA

* El jefe de Gabinete, John Kelly, aseguró sin embargo al secretario de Estado que son falsas las informaciones sobre su despido

La próxima crisis de gobierno en Estados Unidos está a la vuelta de la esquina. Los días de Rex Tillerson como secretario de Estado están contados, y la Casa Blanca tiene listo un plan para que le releve Mike Pompeo, el actual director de la CIA. Lo aseguraban este jueves varios medios estadounidenses después de que The New York Times diera la primicia, aunque ni el presidente ni ningún portavoz confirmaron la salida de Tillerson.

Sin embargo, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, aseguró en la rueda de prensa diaria al ser preguntada por esta cuestión que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, el general John Kelly, aseguró este jueves a Rex Tillerson que son falsas estas informaciones.

«Está aquí, Rex está aquí», se limitó a decir Trump sobre Tillerson, con quien ha visto su relación deteriorada en los últimos meses, cuando los periodistas le preguntaron sobre el relevo. Era cierto que el secretario de Estado estaba en la Casa Blanca, a la que este jueves acudió sin que su visita estuviera en la agenda oficial.

La secretaria de Prensa, Sarah Huckabee Sanders, ni confirmó ni desmintió la noticia y zanjó las preguntas con un «no hay anuncios sobre cargos en este momento». El plan para la transición de Tillerson a Pompeo lo ha desarrollado John Kelly, el exgeneral del ejército convertido en hombre fuerte de Trump como jefe de Gabinete. Los cambios se concretarían a finales de este año o a principios del que viene.

En los últimos meses, Tillerson ha repetido que no tenía intención de dimitir y su círculo cercano aseguraba que al menos quería cumplir un año en el cargo. Si la salida se produce, será el mandato más corto de un secretario de Estado en casi 120 años.

Los rumores sobre su salida han aumentado a medida que Tillerson y Trump han divergido en posiciones de política internacional sobre el acuerdo nuclear de Irán -Tillerson no descartó que EE.UU. lo respetara- o la tensión con Corea del Norte -más dialogante que el presidente-.

Tom Cotton

La tensión entre ambos creció cuando Trump le dijo públicamente que «perdía el tiempo» con sus esfuerzos diplomáticos con Pyongyang y cuando se reveló que Tillerson le había llamado «imbécil» al presidente, algo que el secretario de Estado no negó.

Tillerson ha sido el primer secretario de estado norteamericano en llegar al cargo sin ninguna experiencia política, diplomática o militar en la historia del país. Dedicó toda su carrera al gigante del petróleo Exxon Mobile, del que fue su consejero delegado. En Washington, trató de adelgazar al Departamento de Estado y dinamizar su pesadez burocrática, un proceso que todavía se le resiste.

Si el plan se cumple, Pompeo ocupará su lugar, aunque previamente se rumoreó que Nikki Haley, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, estaba en las quinielas. Pompeo se ha confirmado como un escudero leal a Trump como director de la CIA. Su sustituto en la agencia de inteligencia sería el senador Tom Cotton.