Exprincesa Mako de Japón parte a EU con su esposo plebeyo

  • - Redacción

De acuerdo a las leyes japonesas, los miembros femeninos de la familia imperial pierden su estatus real si se casan un “plebeyo”

La exprincesa japonesa Mako Komuro partió a Estados Unidos junto a su esposo, luego de casarse con su novio "plebeyo" de la universidad Kei Komuro, renunciando a su estatus real.
De acuerdo a las leyes japonesas, los miembros femeninos de la familia imperial pierden su estatus real si se casan un “plebeyo”; sin embargo, la regla no aplica a los miembros masculinos.
La pareja se casó en octubre en Tokio tras años de rumores de prensa y reclamos en internet por su relación, que según Komuro le causó "tristeza y dolor".
Ambos de 30 años, abordaron un vuelo comercial el domingo en Tokio con destino a Nueva York, ciudad en la que Kei Komuro estudió derecho y actualmente trabaja.
Fuertemente resguardados por la policía y agentes del aeropuerto, la pareja pasó frente a unos 100 periodistas y camarógrafos sin responder a las consultas.
Tras anunciar su compromiso en 2017, los Komuro enfrentaron una oleada de informes de prensa sobre supuestas dificultades financieras de la familia de Kei.
Mako es la primera miembro femenina de la familia real en rehusarse en seguir las costumbres, pues la princesa obvió los tradicionales ritos de una boda real y también rechazó el pago que se les ofrece a las mujeres de la realeza cuando se retiran de la familia.
"He estado asustada, sintiendo tristeza y dolor cuando los rumores se convierten en historias sin fundamento", dijo Mako en una conferencia de prensa después de la boda.
Kei dijo estar "muy triste de que Mako estuviera con dificultades mentales y físicas", y declaró que "amo a Mako. Tenemos una sola vida y quiero pasarla con la persona que amo".
La polémica sobre la pareja y su traslado a Estados Unidos generó comparaciones inevitables con otra pareja real, el príncipe británico Harry y Meghan Markle.
La pareja se conoce desde que ambos estudiaban en la Universidad Cristiana Internacional en Tokio a principios de la década de los 2000, se comprometieron en 2017 y planearon casarse al año siguiente, sin embargo, su boda tuvo que posponerse debido a denuncias por problemas financieros de la madre de Komuro.
El emperador japonés no tiene poder político, pero es una figura simbólicamente importante.
Con pocos hombres en la realeza, se ha debatido un poco sobre el cambio de reglas en Japón, con algunas encuestas que muestran un amplio respaldo popular a permitir que gobiernen las mujeres.

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