Falta de apoyos al campo impactan al TLCAN

  • - Por: Redacción

 

“México ha sido una economía demasiado abierta, dando lugar no a una sana interdependencia entre países, sino a una dependencia lacerante”, destacó Abel Pérez Zamorano, director de la División de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad Autónoma Chapingo, durante su ponencia impartida en el Segundo Simposio Internacional sobre el Desarrollo de la Mixteca, organizado por el Instituto Tecnológico de Tecomatlán (ITT), en coordinación con el Instituto Nacional Agroforestal y el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical, con sede en La Habana, Cuba.

 

Ante un numeroso público conformado por asistentes de diversas instituciones, Pérez Zamorano dictó su conferencia magistral “Impacto del TLCAN en el campo mexicano”, en la cual expuso que en 23 años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el sector agropecuario captó únicamente el 0.3% de la Inversión Extranjera Directa (IED), a la par cayó la producción de arroz, frijol, trigo, maíz amarillo, entre otros, pues se incrementaron las importaciones de granos y oleaginosas, de manera tal que somos el segundo importador de cereales a nivel mundial. 

 

En conjunto –continuó- importamos el 50 por ciento de los alimentos que consumimos. No tenemos, por lo tanto, autosuficiencia alimentaria según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Las fuertes importaciones ocurren porque nosotros producimos más caro pues tenemos costos de producción mayores y rendimientos inferiores a los de países como EUA.

 

El académico recalcó que, a su vez, esta falta de competitividad se debe a que los demás países subsidian fuertemente a sus productores agropecuarios y manejan tecnologías desarrolladas, en cambio, “en nuestro país el apoyo es mínimo o nulo y la elevada fragmentación de la pequeña propiedad impide la introducción de alta tecnología.

 

Por lo anterior, Pérez Zamorano subrayó la tragedia mexicana de “ser un pueblo pobre en país rico, donde el pueblo no puede consumir lo que exportan las empresas porque no tiene capacidad adquisitiva. La OCDE nos considera entre sus miembros como el país con los salarios más bajos. Por eso, por ejemplo, a pesar de ser a nivel mundial el primer productor de aguacate, prácticamente no lo consumimos”.

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