FGR desestima tortura contra Mario Aburto

La Fiscalía General de la República (FGR) no procederá penalmente contra ninguna persona por la presunta tortura ejercida en contra de Mario Aburto Martínez, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio.

Según la Fiscalía Especial de Investigación del Delito de Tortura, no se pudo establecer el delito de tortura contra el acusado.

Ante ello, la defensa de Aburto impugnó la determinación del Ministerio Público, por lo que la investigación en el caso de presunta tortura no podrá cerrarse, de momento.

El recurso fue admitido por un juez al considerar que las autoridades solo llevaron a cabo algunas diligencias, ajenas al esclarecimiento de los hechos reclamados, además de ordenar a la FGR inscribir a Aburto Martínez en el Registro Nacional del Delito de Tortura (Renadet).

Aburto ha impugnado esta resolución argumentando que la FGR no cumplió adecuadamente con su deber constitucional de investigar su caso.

El recurso presentado por Aburto fue admitido por un juez, quien consideró que las diligencias realizadas hasta el momento no fueron suficientes para esclarecer los hechos denunciados. Además, se ha ordenado que la FGR inscriba a Aburto Martínez en el Registro Nacional del Delito de Tortura (Renadet).

La investigación de la FGR se basó en testimonios de los servidores públicos que participaron en el arresto y custodia de Aburto, así como en las declaraciones del acusado.

Según el dictamen citado por la periodista Laura Sánchez Ley, no se pudo demostrar que los servidores públicos hayan infligido dolores o sufrimientos graves, tanto físicos como psíquicos, a Mario Aburto Martínez.

La Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos (FEMDH) tenía programada una visita al Cefereso No. 12 en Ocampo, Guanajuato, para notificar la resolución a Aburto Martínez, pero éste se negó a aceptarla.

La jefa del Departamento de la Secretaría Técnica de Combate a la Tortura, Tratos Crueles e Inhumanos del Instituto Federal de Defensoría Pública ha calificado la actuación de la Fiscalía como una simulación, argumentando que las pruebas presentadas no son suficientes para demostrar una investigación diligente.

Fue precisamente por el delito de tortura que la FGR reabrió este caso en febrero de 2023, luego de que Aburto alegara haber sido víctima de tortura para rendir su declaración tras su detención.