López Obrador entrega simbólicamente el Zócalo a Sheinbaum y llama a mantener sus políticas 

En su último informe de Gobierno, el presidente de México destacó la reducción de la pobreza y la desigualdad durante su mandato y expresó su satisfacción al dejar el poder en manos de Claudia Sheinbaum, a quien considera una mujer excepcional para continuar la transformación de México

 

En un evento multitudinario en la Plaza de la Constitución, el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su Sexto Informe de Gobierno y entregó de manera simbólica el Zócalo a su sucesora, Claudia Sheinbaum, quien tomará posesión como presidenta de México en un mes.

Ante unas 140 mil personas, López Obrador no solo destacó los logros de su administración, sino que hizo un llamado enérgico a continuar con las políticas que él inició, con el objetivo de consolidar la transformación del país.

“Estoy por terminar mi mandato, y quiero confesar, aquí en la principal plaza pública del país, en este Zócalo donde tantas veces nos concentramos durante nuestra lucha por la justicia y la democracia, que me voy a jubilar con la conciencia tranquila y muy contento”, dijo.

Con estas palabras, López Obrador subrayó su satisfacción por el trabajo durante su sexenio y la confianza que deposita en Sheinbaum para continuar con el proyecto que inició.

En su discurso, que se prolongó por 125 minutos, el presidente hizo un balance de los principales logros de su administración.

Destacó la reducción de la desigualdad y la pobreza, así como el aumento significativo del salario mínimo.

Aseguró que, gracias a sus políticas sociales, cada semana 100 mil mexicanos salen de la pobreza, y más de 9.5 millones han dejado esta condición en los últimos seis años.

Además, mencionó la creación de 202 Universidades para el Bienestar y la expansión del Banco del Bienestar, que actualmente cuenta con más de 2 mil 550 sucursales.

El Zócalo vibró con los coros de "¡Presidenta, presidenta!", entonados por el propio López Obrador, mientras Sheinbaum, sentada en primera fila, respondía tocándose el corazón en señal de gratitud.

López Obrador no solo mostró su respaldo incondicional a Sheinbaum, sino que también animó a los ciudadanos a mantener su apoyo a la próxima mandataria.

"Me voy también tranquilo porque a quien entregaré la banda presidencial por mandato del pueblo es una mujer excepcional, experimentada, honesta y sobre todo de buenos sentimientos, de buen corazón", afirmó entre aplausos.

López Obrador hizo una pausa significativa para hablar sobre los desafíos pendientes y la necesidad de seguir adelante con las políticas de transformación.  

“Qué felicidad que quien va a quedar en sustitución de uno es una mujer excepcional, que le va a dar continuidad a la transformación”, expresó.

El mandatario insistió en que es indispensable mantener el rumbo establecido en su administración para superar los rezagos heredados de gobiernos anteriores, a los que responsabilizó por el atraso del país.

A lo largo de su discurso, López Obrador hizo énfasis en la importancia de la continuidad de sus políticas, señalando que el camino trazado durante su mandato es clave para construir "una patria nueva, generosa, eterna".

También defendió su propuesta de reforma del Poder Judicial, que busca que jueces, magistrados y ministros sean electos por voto popular, una medida que fue recibida con gran entusiasmo por los asistentes.

El presidente concluyó su mensaje con un agradecimiento sincero a sus seguidores: “Gracias, gracias de corazón, que viva el pueblo de México”.  

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