Comunidad radicada en EUA reconstruye cocinas y hornos en el Istmo de Tehuantepec

  • - Por: Redacción

 

- Reconstruyen 33 cocinas ecológicas y 24 hornos totoperos en pueblos que defienden su tierra y territorio

 

- La reconstrucción busca fortalecer procesos organizativos y la autonomía económica de las mujeres

 

Con el apoyo de activistas y defensores de derechos humanos radicados en Garland, Texas, la organización Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos A.C. (PIAP); el Colectivo por la Ciudadanía de las Mujeres A.C. y la Organización Promotora de Servicios para el Desarrollo S.C. contribuyeron a la reconstrucción, luego de las afectaciones que dejó consigo el sismo del 7 de septiembre de 2017, y que impactó principalmente al Istmo de Tehuantepec.

 

Personas de diversas partes del mundo, principalmente la comunidad migrante radicada en Garland, contribuyeron a la construcción de 33 cocinas ecológicas y 24 hornos totoperos en las comunidades Yerbasanta y Carlos Ramos, Municipio de Zanatepec, Oaxaca.

 

Ambas comunidades gulucheñas ejercen la defensa de la tierra y el territorio, frente a los proyectos extractivos que se buscan imponerse en su territorio, como es el caso de la minería. Desde 2015 acompañados de Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos, las comunidades indígenas crearon la Unión de Ejidos y Comunidades Agrarias de Zanatepec, conformada por los Bienes comunales de Zanatepec, el Ejido Río Ostuta, Ejido Río Manzo, Ejido Pascual Fuentes, Ejido Huanacastal, Ejido Ixtacal y el Ejido Zanatepec. A través de dicha Unión, las comunidades han logrado que en los estatutos comunitarios y frente al Gobierno Federal se declare “territorio libre de la minería”.

 

En el proceso de reconstrucción participaron las propias familias, de la mano de integrantes de la organización Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos A.C y Promotora de Servicios para el Desarrollo, expertos/as en construcciones alternativas, quienes además de garantizar que las cocinas y hornos se realizaran con materiales de la región, garantizaron también que estas sean ahorradoras de leña, y sobre todo, buscaron contribuir al cuidado de la salud de las mujeres, a través del diseño y construcción realizada.

 

“El apoyo realizado no responde a intereses de ningún partido político, sino a reconstruir con dignidad, y a fortalecer procesos organizativos y la defensa de los derechos de las mujeres y de los pueblos indígenas. Vimos con preocupación que las mujeres fueron afectadas de manera particular por los sismos, y que se le daba poco interés a reconstruir sus espacios prioritarios, sin embargo, con este granito de arena estamos convencidas de que quienes ancestralmente han sido productoras de mango, maíz, totopos, continuarán produciendo la vida y sobre todo, siendo pueblos de lucha y resistencia, advirtió Atziri Ávila, defensora de los derechos de las mujeres, a través de quien fueron gestionados los recursos para la reconstrucción de las cocinas en el oriente del Istmo de Tehuantepec. 

 

En Zanatepec 46% de las viviendas sufrieron daños materiales, el horno y el fogón de la vida, sufrieron daños considerables e incluso irreparables. Los medios de producción de las mujeres istmeñas colapsaron con el sismo, por lo que se tuvo que reconstruir la esperanza y abonar para transformar las realidades. 

 

“El principal objetivo fue reconstruir las cocinas de las mujeres de una manera digna, sabemos que la cocina no sólo es el espacio desde donde alimentan a sus hijas e hijos y a sus familias, sino el lugar desde donde generan parte de su economía y por lo tanto de su autonomía, eso es lo que queremos fortalecer”, aseguró durante la inauguración de las cocinas realizada el pasado sábado 2 de junio, Anabel López Sánchez, Integrante del Colectivo por la Ciudadanía de las Mujeres, una de las organizaciones que acompañó la reconstrucción y que seguirá trabajando para apoyar a otras mujeres. 

 

El apoyo destinado a las comunidades del Pueblo del Zanate como se le conoce a Zanatepec, fue logrado gracias al activismo y compromiso de los activistas y defensores de derechos humanos radicados en Garlard, Texas: Berta Barbosa, Miguel Tellez y Daniel Hernández y al apoyo invaluable de la comunidad de la Iglesia “El Buen Pastor”, dirigida por el Padre José Luis Esparza Zavala. 

 

En la inauguración estuvieron presentes las mujeres y familias beneficiadas, acompañadas de Omar García, sobreviviente de los hechos ocurridos contra los normalistas de Ayotzinapa, el 26 y 27 de septiembre en Iguala, Guerrero, quien trabaja con los activistas y el Colectivo de Garland, Texas.

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