Yoga y expansión de la conciencia, la filosofía de la mujer ejecutada

A las 2:30 de la tarde de ayer jueves se cumplieron 24 horas desde que una mujer fue ejecutada en la Recta a Cholula, sin que hasta el momento haya una sólida línea de investigación que lleve a la búsqueda, captura y castigo de los responsables materiales e intelectuales.

La sospecha fundada de la sociedad en general es que el clima de inseguridad está aparejado al de la impunidad.

La identidad de la víctima ultimada al momento de recibir impactos de arma de fuego, ha sido reservada y se entiende. Es indispensable conducir en forma adecuada las investigaciones necesarias que permita entender cómo es que una mujer fue asesinada en una rúa altamente transitada, y a una hora con luz de día.

Es preciso decir que por su perfil en Facebook, era una mujer profesionista, madre de tres hijos y un marido de la misma profesión, de quien también se debe guardar secrecía el dolor y el luto. Hacerlo en contrario contribuye a la ruindad y ausencia total de respeto y solidaridad en el difícil trance.

Su último post fue el 7 de noviembre, una semana previa a la cita con la muerte y estaba relacionado con una práctica común: la yoga. Sus publicaciones tenían que ver con paisajes, consejos prácticos para contribuir a la generación de un hábitat más habitable y la expansión de la conciencia. Y contra ella fueron directo, a la ejecución.

Los asesinos o sicarios actuaron con temeridad, sin temor a ser detenidos o perseguidos en un tramo de la avenida que conduce sólo a un destino, sin una multiplicidad de salidas que permitieran evadir la eventual persecución policiaca. Eso también despierta sospechas. 

La muerte de una joven mujer inquieta por la sola condición de género, sobre todo en un contexto en el que gobiernos, colectivos y la sociedad reprueba al unísono la violencia hacía las mujeres en general, pues lastima y ofende por igual. Llama la atención edad y su juventud, lo que se traduce en una vida trunca en un periodo inesperado, cuando tenía unos 40 años.

La muerte es siempre inoportuna, pues sólo los condenados por enfermedad terminal conocen su destino final. La muerta de la Recta a Cholula seguro no sabía que sus últimos minutos estaban marcados al abordar la camioneta Creta de Huanday, ayer a las 14 horas con 30 minutos.

Otra perspectiva tiene que ver con el clima general que se agudiza y atemoriza. La ejecución de ayer se suma a una ola delictiva creciente como ocurre en el resto del país, sin aparente remedio que lleva casi en automático a una pregunta sin respuesta: ¿Son más los malos que quienes ganamos dinero con base en el trabajo y esfuerzo?

El sector empresarial en Puebla, habitualmente mordaz con expresiones de izquierda, ha quedado callado porque así conviene a su interés, pero en pláticas en corto ven en el clima de enrarecimiento de las últimas semanas una mala señal para atraer inversiones, capital y generación de empleos.

Nadie quiere ir a escenarios de incertidumbre, menos a una localidad en donde sicarios asesinan a mujeres en plena luz del día sin que nadie tenga capacidades, o talento para prevenir eventos traumáticos como el que envuelve a la sociedad poblana.

La presidenta municipal de la capital, Claudia Rivera; de San Andrés, Karina Pérez; y de San Pedro Cholula, Luis Alberto Arriaga se han dilatado un mes para ofrecer un panorama menos desalentador que el que ofrece esta semana que termina. El tiempo se agota, como la paciencia ciudadana y el voto mayoritario no es un cheque en blanco.