Al rescate de la Puebla Fundacional

 El gobierno del estado recuperó espacios que se habían apropiado particulares y que ahora regresan a los poblanos: Lavaderos de Almoloya, túneles que conectan al antiguo convento de San Francisco y el Jardín de las Trinitarias, entre otros

 

Dos virtudes saltan a la vista en la decisión del gobierno del estado de recuperar espacios públicos que habían sido secuestrados por particulares, en la zona de San Francisco, en la capital poblana: el simbolismo y justicia sociales, al devolverle a los poblanos su patrimonio, y el rescate de la esencia material, de las huellas que aún están de pie, de la Puebla Fundacional, que data de 1531.

Desde el sábado están abiertos al público los Lavaderos de Almoloya, en el Barrio de El Alto; el Jardín de las Trinitarias y los túneles que conectan con el ex convento de San Francisco, y este mismo martes otros espacios -como el Parque de la Madre- fueron entregados, luego de las acciones jurídicas que emprendió la administración estatal.

Por una usurpación en su posesión estuvieron los últimos años, algunos desde antes del morenovallismo, en manos de particulares que son propietarios y operan un hotel, un restaurante, los dueños de una casa y otros.

Esos espacios, en los que dejaron su eco los pasos de los fundadores de la ciudad que fue trazada por los ángeles, fueron, en el colmo de los abusos, rentados para fiestas, a pesar de que habían sido expropiados para el beneficio colectivo y su preservación histórica, desde 1997.

En un recorrido este martes, un grupo de periodistas pudo visitar los túneles, los lavaderos, los jardines y fueron testigos del preciso momento del hallazgo de restos óseos, a raíz de las labores de conservación que se realizan.

Los fragmentos de osamentas, que en una primera hipótesis se presume que pueden ser de monjas trinitarias, quienes eran enterradas, tras su muerte, en el patio del convento, fueron valorados por la Fiscalía General del Estado (FGE), y se determinó que son antiguos; peritos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llegaron al lugar casi de inmediato.

 

 

La utopía poblana

Sobre la Primera Fundación, el historiador Alejandro Eliseo Montiel Bonilla subrayó que la “Utopía Poblana”, esa visión de una ciudad libre de la explotación de indígenas, que tuvo uno de los fundadores, Juan de Salmerón -cercanísimo a Carlos V-, nació y se desarrolló alrededor de la disponibilidad del agua, que sigue presente en estos espacios que han sido rescatados.

“En toda esta zona, lo central es el tema del agua. Puebla crece, se desarrolla por la gran cantidad de agua, no sólo del Río de San Francisco, que es lo que siempre se ha dicho, sino por la cantidad de mantos freáticos que son muy abundantes en la zona, que siguen dando agua.

“Por eso los baños, en una época; por eso las fábricas (también fue asiento de empresas textiles), por eso los Lavaderos de Almoloya;  por eso todas las curtidurías y por eso la Fundación de Puebla, la Primera Fundación”.

 

— ¿Son las entrañas de la Fundación de Puebla, en qué año ocurrió?

 — Estamos hablando del 16 de abril de 1531. Hay una teoría, que inclusive en una parte de los vestigios arqueológicos del convento, están los cuatro pilares, donde se ofició la primera misa. Hay que comprobar esa teoría, hay que ver documentación, hay que ser muy serio, recuperar toda la investigación que se ha hecho, para que también ya no se den datos imprecisos.

“Sí sabemos que es el primer lugar de la fundación y que después se va a trasladar a lo que conocemos hoy como el Centro de Puebla, pero 1531, la Utopía Poblana, se funda en estos espacios”, recalcó.

 

Ocho mil metros recatados

Los espacios rescatados en esta zona del Centro Histórico de la ciudad, detalla el historiador Alejandro Montiel Bonilla, suman “más ocho mil metros cuadrados y te puedo mencionar la Plaza de la Madre, varios corredores, que no sabemos en qué momento se pusieron esas rejas, pero también estaban cerrados. Estamos hablando de aperturas también de pasos de servidumbre, muy cerca de los vestigios arqueológicos del Convento de San Francisco del Siglo XVI.

“Estamos hablando del Jardín de las Trinitarias, del acceso a los túneles del Hotel Rosewood. Lo más importante es enfatizar que hoy esas personas de Puebla, quien sea, pueden circular libremente, como siempre debió ser y que no fuese solamente para el disfrute de particulares”, concluyó.

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