Automedicación con antibióticos, peligro latente

  • - Por: kaleydoscopio.mx

Los antibióticos son un arma esencial en la batalla contra incontables infecciones, pero su receta médica incontrolada y autoconsumo indebido los ha convertido en una amenaza para el bienestar humano.

 

En México, desde 2010, la Secretaría de Salud dictó las normas a que está sujeta la venta y dispensación de antibióticos como consecuencia de la epidemia de influenza A (H1N1).

 

Esta ola de influenza dejó en claro la gravedad de la autoprescripción de antibióticos y el diagnóstico tardío causado en parte porque gran cantidad de pacientes acudió a las farmacias buscando atender los síntomas y recibió antibióticos sin receta médica, los que son inútiles para infecciones virales como ésta. 

 

El empleo adecuado se promueve con el lema “Pida asesoramiento a un profesional sanitario cualificado antes de tomar antibióticos”.

 

El pediatra infectólogo Jorge Moreno Martínez cuenta que una tercera parte de las consultas de atención primaria está relacionada con enfermedades infecciosas y, de éstas, más de la mitad obedecen a infecciones respiratorias altas, la mayor parte virales, autolimitadas, es decir, no siempre requieren antibióticos.   

 

Los antibióticos sólo deben recomendarse:

 

a) en casos persistentes

 

b) mala evolución de la mejora del padecimiento

 

Los antibióticos deben administrarse inmediatamente en casos de síntomas graves y cuando se tiene un diagnóstico certero con datos clínicos de laboratorio que sustenten que realmente se trata de una infección bacteriana que lo requiera.

 

Por el contrario, no deben administrarse cuando el médico tiene duda en el diagnóstico o cuando no se conoce el origen del virus. 

 

Antibióticos vs. probióticos

 

“La microbiota intestinal es un conjunto de miles de millones de microorganismos diversos, situados en el aparato digestivo, llámense lactobacilos, bacterias y “N” cantidad de especies.

 

“Algunas de sus funciones son proteger de otros organismos dañinos y construir el sistema inmune; cuando los ‘buenos’ sufren alguna alteración en su cantidad y diversidad, se dice que hay una disbiosis, lo cual hace vulnerable al paciente a diferentes padecimientos gastrointestinales”, señala Víctor Medina, director médico del Laboratorio Mayoly Spindler de México.

 

Al utilizar un antibiótico dirigido al combate de organismos dañinos, dichos microorganismos “buenos” pueden verse afectados también, por ello; administrar un antibiótico de manera innecesaria o sin supervisión médica, podría causar una disbiosis y/o bien, hacer resistentes a las bacterias dañinas.

 

La responsabilidad del paciente consiste en no automedicarse y si ya se encuentra bajo prescripción médica, culminar el tratamiento antibiótico en el plazo y con la periodicidad indicada.

 

Una forma de restaurar el número de microorganismos benéficos es a través de la ingesta de probióticos en alimentos y/o suplementos.

 

Un consenso internacional recomienda que el término probiótico se use sólo en productos que contengan microorganismos vivos con una cantidad viable adecuada de cepas bien definidas, no todos los productos comerciales son probióticos.

Hay 393 invitados y ningún miembro en línea